Cuando compramos una vivienda, estamos tan ocupados en que nos guste o se adapte a nuestras necesidades y en si la podemos pagar o si nos van a conceder la hipoteca, que se nos olvida investigar o interesarnos por las Comunidad de Propietarios, cómo son los vecinos, cuánto se paga, cómo funciona, sin saber que algo que parece intranscendente, puede condicionar nuestra vida y convertir nuestro sueño de ser propietarios en una pesadilla.

Tan complicada puede ser la convivencia con nuestra pareja, como con nuestros vecinos, pero siempre nos pensamos si irnos a vivir con alguien, pero no indagamos absolutamente nada sobre la Comunidad de la que vamos a ser parte.

Puede darse el caso de que el vendedor venda porque no puede soportar los ruidos y las molestias del vecino, ¿crees que te va a informar de ello cuando está desesperado por deshacerse de su vivienda?

Puede que la Comunidad de Propietarios esté obligada a acometer obras importantes en el edificio, que vayan a suponer una gran derrama y te encuentres con una sorpresa de miles de euros.

Puedes que en la Comunidad haya vecinos que no sepan guardar las mínimas normas de convivencia y rompan y ensucien los elementos Comunes.

Puedes estar en el mejor edificio del mundo en apariencia, pero que la mitad de los propietarios no paguen y tengan que sostener los gastos el resto.

Pueden ser tantas cosas… que una charla con el Presidente de la Comunidad, con el Administrador, con algunos vecinos antes de lanzarte a tu nueva relación, te puede confirmar el flechazo.